Tomar decisiones estratégicas es un proceso con mucha complejidad que implica varias cosas desde analizar profundamente la situación, lo cual puede complicarse más al entrar en los temas económicos, y contar con la mayor cantidad de información actualizada para darle un valor agregado.
Cuando se trata de trabajar en forma individual, las decisiones estratégicas son menos complicadas, al punto que pueden escribirse en una hoja de papel cosas tan básicas como los pro y los contras de cada una, pero cuando se trata de hacerlo a nivel de una organización o empresa, esto requiere de un proceso más elaborado y estratégico.
Y es que las decisiones estratégicas son aquellas que le dan forma a los objetivos y a cumplir con las metas trazadas a nivel de la organización, pero también se corre el riesgo de tomar malas decisiones que pueden acarrear errores y/o consecuencias.
Aquí compartiremos contigo seis acciones clave para que tomes las mejores decisiones en pos del beneficio de tu empresa o negocio. Y es que el alcance del impacto de una decisión sobre la institución habla por sí misma de su importancia ya que el fin es encontrar la productividad y resultados que nos acerquen a una meta.
Por supuesto que existen varios factores que pueden afectar la toma de las decisiones como el económico, la gestión, los riesgos de operación o laborales, a nivel de estrategia y contratiempos, pero también externos como el entorno del lugar donde se ubica nuestra empresa o negocio.
- Identifica los datos contables
Sin duda una de las decisiones estratégicas más importantes a tomar debe ir ligada a la consideración de los aspectos financieros básicos de nuestra empresa o negocio, y para ello, es obligatorio disponer de datos confiables y actualizados.
Contar con un sistema de administración y contabilidad moderno, específico y operado por un especialista contratado, nos facilitará siempre el acceso a toda la información necesaria, además de segura, y en cualquier momento.
En caso contrario y sin tener claridad el estado financiero de nuestra empresa / negocio, se puede caer en el error de realizar gastos o inversiones que pueden limitar la liquidez y afectarnos seriamente.
- Objetivos claros y específicos
Es evidente que la toma de decisiones debe basarse en la consecución de los objetivos específicos de nuestra empresa / negocio, por lo que es importante tener claras las metas a alcanzar y los pasos necesarios para lograrlas.
Una clave es que los objetivos deben estar basados en la realidad acorde a nuestras posibilidades, es decir basarse en la técnica de objetivos SMART para fijar y cumplirlos:
S: Específicos
M: Medibles
A: Alcanzables
R: Realistas
T: Temporales
- Contar siempre con un “Plan B” y no precipitarse
Cuando se establecen objetivos específicos y se toma una decisión acorde con ellos, esto requiere contar con la mayor cantidad de datos y trazar rutas alternas en caso la primera estrategia no brinda los resultados esperados.
Mientras que la cantidad de información y la calidad de la misma sean altas, las condiciones para definir las metas serán mejores y, por lo tanto, facilitará identificar los pasos a seguir.
Sin embargo, la toma de decisiones requiere que, además de contar con los datos contables es clave tener presente los objetivos específicos y analizar si son o no realizables en un plazo prudente, ya que el querer ir más rápido para abarcar más, podría afectar el cumplimiento y hallar contratiempos que pueden generarse dificultades más grandes que las originales.
- Actuar en forma racional
Y es que, con relación a esto último, es normal entre las personas que nos gane la ansiedad de alcanzar nuestros objetivos en forma inmediata y que nos gane la emoción del momento, lo cual nos puede hacer olvidar la realidad de nuestra empresa / negocio y su contexto institucional.
A la hora de tomar una decisión estratégica lo ideal es confiar en los pronósticos hechos a partir de los datos que poseemos de nuestra empresa / negocio, lo cual nos llevará a que nuestras posibilidades de éxito sean reales.
Es más que importante prepararse ante la posibilidad de aceptar que el momento actual no necesariamente es el “mejor momento” para tomar decisiones y que se trata de ser más estratégicos para dar un siguiente paso.
- Confía en tus propias decisiones
Es importante que tomes en cuenta que en el manejo de cada empresa / negocio las decisiones estratégicas nunca deben verse influidas por las que se toman en otras.
Es por ello que toda inversión y decisión estratégica debe de estar basada exclusivamente en las posibilidades y objetivos de tu propia empresa / negocio y que los datos que posees de esta son los únicos que valen para tomar decisiones y acciones.
- Cometer errores es algo normal, aprende de ellos
Cuando se toman decisiones existe siempre el riesgo de no lograr los objetivos, pero esto no necesariamente debe considerarse como un fracaso, sino como una experiencia de la que debes aprender todo lo que puedas y de la cual sacar provecho.
De esa cuenta tomaremos nota de lo que salió mal para repetir esos errores en nuestras futuras decisiones. Es importante para esto contar con un archivo en el que tengamos documentado qué sucedió y qué salió mal para tenerlo en cuenta al momento de tomar otra decisión.
Por esto, contar con métricas e indicadores de gestión facilita el seguimiento y la revisión, lo cual es parte de los objetivos SMART que es medir los resultados e implementar cambios para lo que viene.